El acné no es solo propio de las pieles más jóvenes, llegada la madurez puede reaparecer o presentarse por primera vez.
Todos en algún momento hemos sufrido la aparición de uno o varios granitos, los casos más graves adolecen de brotes severos. Picor, irritación, dolor... además de suponer un problema estético para muchas personas. Los cuidados de la piel y los hábitos de vida saludables son esenciales para minimizar los brotes, hoy os dejo 10 factores a tener en cuenta por ser susceptibles de provocar brotes de acné.
10 factores que provocan brotes de acné
1) Factores hormonales
El acné es principalmente una enfermedad hormonal, son las hormonas las encargadas del desarrollo de las glándulas sebáceas y de estimular la producción de sebo. El exceso de producción de sebo es el uno de los signos distintivos de las personas que tienen tendencia a sufrir imperfecciones en la piel como granitos, comedones o acné.
Las fluctuaciones hormonales en la pubertad, la menopausia o el ciclo menstrual son momentos de cambio que ocasionan alteraciones cutáneas.
2) Estrés
Parece que el estrés es el causante de muchos males y es cierto que es uno de los peores enemigos que podemos tener. En el caso del acné, el estrés puede desencadenar la producción de hormonas que a su vez producirían un exceso de sebo que agravaría la situación de una piel acnéica o con tendencia a imperfecciones.
La práctica de disciplinas como el yoga, la meditación o el taichi son una opción fantástica para disminuir los niveles de estrés. El contacto con la naturaleza, hacer ejercicio moderado o encontrar en el día a día un hueco para realizar tareas o un hobby que nos aporte bienestar son de gran ayuda para controlar el estrés en épocas vertiginosas.
3) Toma de medicamentos
Algunos medicamentos pueden provocar brotes de acné, como el litio, los corticosteroides, los barbitúricos o los esteroides. Cuando se dejan de tomar el brote remite.
4) Sol
En su justa medida el sol es beneficioso para la piel y el estado de ánimo. Tomar un poco el sol estimula la circulación y la transpiración ayuda a limpiar los poros obstruidos, de hecho muchas personas afirman que su problema de acné mejora con una exposición corta a los rayos del sol. Sin embargo una exposición prolongada provoca deshidratación y hace que las glándulas sebáceas produzcan más sebo como compensación, la piel puede queratinizarse, endureciéndose e impidiendo el proceso natural de desprendimiento de células muertas por lo que se formarían comedones. Además, una excesiva sudoración crea un entorno propicio para que la bacteria causante del acné se propague.
Algunos bloqueadores solares desencadenan reacciones alérgicas en determinadas pieles al exponerse al sol, esto provocaría el llamado "acné estival" mucho más frecuente en mujeres. El uso de protectores solares específicos para pieles grasas con imperfecciones o tendencia acnéica es de gran ayuda para evitar este problema.
5) Alimentación
Una dieta de alto índico glucémico y que tenga también alto consumo de grasas saturadas y leche de vaca es más propensa a sufrir imperfecciones en la piel y acné al estimular la producción de andrógenos (las hormonas masculinas).
Lo ideal para combatir el acné desde la mesa sería evitar la leche de vaca por su alto contenido en hormonas y llevar una dieta de bajo índice glucémico eliminando o reduciendo azúcar refinado, comida procesada, pan blanco, bollería industrial, patatas, arroz, refrescos o chocolate.
6) Cosmética
El uso de cosméticos inadecuados puede ser un factor desencadenante de un agravamiento del acné, un brote de granitos o alteraciones cutáneas, y es que es importantísimo tener una rutina facial específica para cuidar las pieles con tendencia a imperfecciones o acnéicas. Lo ideal es utilizar productos sin jabón, no comodogénicos, sin grasas, comedolíticos (que destruye comedones y abre poros obstruidos), queratolíticos (que remueve tapones duros y favorece la regeneración natural de la piel) y que tengan un pH ligeramente ácido ya que la piel que es más propensa a imperfecciones es más alcalina que la piel normal.
Son de ayuda también ingredientes como el ácido salicílico que combate el crecimiento bacteriano y los poros obstruidos; reguladores del sebo como la L-carnitina; Licocalcón A que es un poderoso antioxidante y antiinflamatorio y ayuda a calmar la piel disminuyendo las rojeces y la irritación; humectantes suaves; ceramidas que refuerzan la barrera cutánea y previenen la deshidratación y ácido láctico que protege la piel y ayuda a regular el pH.
7) Fumar
El tabaco es nefasto para la salud en general y la piel no es una excepción. En el caso del acné la adicción a la nicotina provoca inflamación lo que hace que el problema dérmico persista e incluso empeore, además de ser un factor desencadenante en algunos casos. Dejar de fumar sería lo más beneficioso para el organismo y en el caso del acné contribuye a minimizar el problema.
8) Maquillaje
Lo ideal sería utilizar maquillajes no comodogénicos y sin grasa, lavar las brochas periódicamente o utilizar una esponjita de silicona para aplicar la base de maquillaje ya que la silicona no es porosa y evitamos la proliferación de bacterias.
Elige una base fluida ligera y un acabado mate para evitar brillos. Si aplicas la base con los dedos lava bien las manos antes de extenderla por el rostro, termina con una fina capa de polvos matificantes. ¡Nunca te acuestes sin desmaquillar! Es importantísimo ya que la piel se regenera por la noche y con una piel limpia el proceso será óptimo, una piel sucia solo puede agravar el problema de acné.
9) Ejercicio
El sedentarismo no es recomendado para nadie pero tampoco es buen compañero de viaje para las personas con acné o imperfecciones.
Realizar ejercicio físico moderado ayuda a mejorar la circulación, a oxigenar los tejidos que reciben más cantidad de sangre, por lo tanto la piel se beneficia de este proceso. El ejercicio físico también ayuda a reducir el estrés que es otro factor desencadenante y a eliminar toxinas, un efecto que también limpia la piel de impurezas, abre los poros y los desobstruye.
10) Impacto psicológico
El acné puede tener un impacto psicológico importante en la persona que lo padece. En el propio individuo que sufre la enfermedad dérmica pueden aparecer trastornos como vergüenza, tristeza, inseguridad, timidez... son víctimas en ocasiones de acoso, desprecio, o discriminación profesional. En estos casos es imprescindible buscar la ayuda de un especialista en dermatología para tratar su problema y, si fuera necesario, un psicólogo que le acompañe en estos momentos difíciles en el camino hacia la recuperación de la enfermedad.
Fotos| Shutterstock / (nelen, catalin eremia, Kite rin, Ivanko 80, Maridav)
¿Sufrís brotes de acné?
¿Cuáles son vuestros tips para cuidar la piel en esos momentos?
Me ha gustado mucho el post, completo y apuntando a causas muy diferentes, resulta muy enriquecedor.
ResponderEliminarBesos.