Vuelvo a la carga con el blog después de un mes muy intenso con la adaptación de la peque al cole (si sois madres/padres sabréis a lo que me refiero), una montaña rusa emocional nada fácil de afrontar si habéis estado como yo pegados a vuestro peque durante más de sus tres añitos de vida.
Después de estos días tan complicados y dando la bienvenida al otoño, no se me ocurre mejor forma que hacerlo con uno de mis destinos de este verano, la preciosa isla de Sicilia, una maravilla italiana que he disfrutado mucho con mi familia. ¿Me acompañáis en esta pequeña ruta virtual?
Grecia es un referente en todo el Mediterráneo, de sus fuentes beben muchas ciudades, su mitología ha creado rincones con historias apasionantes diseminadas por toda la región y su influencia es palpable en países como Italia y en particular en la bellísima isla de Sicilia que fue colonizada por los griegos en el S.X.
Nuestro periplo comenzó en junio, así pudimos librarnos de la ola de calor que asediaba Madrid, y también disfrutamos de una Sicilia nada masificada y con un clima perfecto (el termómetro no pasaba de 29ºC).
Viajar con niños es verdad que a mucha gente le parece una misión imposible pero, en nuestro caso, es todo lo contrario. La aerolíneas dan muchas facilidades y prioridad a los viajeros con niños lo que agiliza mucho el embarque, suelen tener detalles con los peques dentro del avión además, no tenemos ninguna queja la verdad, ¡además al ser tres ocupamos toda la fila!
Nosotros no solemos contratar seguro de viaje, en este caso no lo hicimos porque íbamos a Europa y parece que vas un poco más confiado, lo que sí hicimos fue viajar con la Tarjeta Sanitaria Internacional (os dejo link aquí por si queréis más info) por si acaso. De todas formas para futuros viajes nos haremos con un seguro de viaje, sobre todo si viajamos fuera de Europa, tenemos pendientes nuevos destinos asiáticos como Corea del Sur o Filipinas y tener una buena cobertura de gastos médicos, anulaciones o pérdida de equipaje da bastante seguridad (os dejo el enlace de los de seguros de viajes Intermundial que parecen completísimos).
Llegamos al aeropuerto de Catania y de ahí cogimos un autobús rumbo a Taormina, lugar que teníamos muchísimas ganas de conocer desde que vimos la película El Gran Azul. Qué os puedo decir de Taormina... qué lugar tan espectacular, qué paisajes, qué clima, se respira historia por todo su casco antiguo, su teatro greco-romano... por no hablar de la gastronomía típica siciliana que nos enamoró por completo.
Nos alojamos en un apartamento con vistas a Isola Bella, un paisaje que parecía sacado de un anuncio de D&G, puramente mediterráneo, puramente siciliano, con aroma a limón y a almendras, plagado de buganvillas, escaleras de piedra interminables, suave brisa marina y una tranquilidad excepcional. No me hubiera ido de allí jamás.
Recorrer sus calles es todo un espectáculo, sus jardines, pararse a tomar una granita de mandorla o de pistaccio (unos granizados riquísimos, los típicos son de almendra o de pistacho pero que se pueden encontrar de muchísimos sabores), un brioche o un helado artesanal, mientras contemplas humear el Etna a lo lejos. Toda una experiencia que espero repetir algún día porque Taormina me ganó el corazón desde que llegué.
Dejamos Taormina con todo el dolor de mi corazón y partimos hacia Catania, concretamente hacia Mascalucia, una pequeña localidad con encanto donde nos alojamos en una finca preciosa con piscina, animales y muchos árboles frutales, que se convirtió en nuestra base de operaciones para hacer más visitas en la isla.
Visitamos Siracusa, la parte antigua que se llama Ortigia, su isla y fortaleza. Ortigia es un lugar con muchísimo encanto donde es recomendable perderse por sus calles e ir descubriéndola durante un paseo. Su catedral, sus callejuelas perfectas para degustar un vino con una tabla de embutidos y queso, sus pequeñas calitas y su muralla, hacen de Ortigia una visita muy recomendable si visitáis Siracusa.
Uno de mis momentos favoritos del viaje fue visitar la costa de Catania, Acireale, Acitrezzo y Acicastello. En Acitrezzo un barquero local nos llevó en su barquita azul (cantando "Azurro" de Adriano Celentano) hacia unos pequeños islotes (Islas Ciclópeas), que dicen que las creó Polifemo . Allí pudimos bañarnos tranquilamente hasta que nuestro barquero (Sebastian) nos recogió.
Santa María de la Scala (Acireale) también nos gustó mucho, así como el centro de Acireale.
Por último nos quedaba por recorrer las calles de Catania, una ciudad bastante grande y con un legado greco romano también muy destacable. Su elefante de piedra volcánica, su duomo, sus calles comerciales y su pintoresco mercado callejero nos recordaron a algunas ciudades europeas pero su aire siciliano les hace muy especiales. Allí volvimos a comer nuestros adorados arancini, unas bolas de arroz riquísimas empanadas y fritas que son deliciosas, ¡no dejéis de probarlas si voláis a Sicilia!
Hasta aquí nuestro viaje por las tierras de El Padrino, un destino al que me gustaría volver dentro de algunos años, sobre todo a Taormina, de la que me traje además un recuerdo en forma de parasol que no puede ser más bonito, (si me seguís en Instagram lo habréis visto en mis vídeos del viaje).
¿Habéis visitado Sicilia?
¿Alguna recomendación para cuando vuelva?
Que envidia me has dado, estuve en Sicilia hace unos años y me encantó!!! Taormina es una preciosidad de lugar, aunque yo estuve en agosto, no quedaba más remedio y hacía mucho calor, yo la parte del tiempo estuve en un pueblo que se llama Cefalú, muy bonito a 60 kilómetros de Palermo, me buscó el alojamiento un amigo palermitano en una casa de muro muy gordo en el centro del pueblo que por mucho calor que hiciera fuera dentro estabas fresquísima!!!!
ResponderEliminarFueron unos días estupendos!!!! me encantó la isla a la que tenía muchas ganas de visitar y que me gustaría mucho volver, ya que Sicilia es muy grande y mucho que ver!!!!
Besos
Qué viaje y qué fotazas. El momento "barquero Celentano" debió ser memorable!
ResponderEliminarUn besito!
Un viaje precioso! Gracias por compartirlo con todas nosotras.
ResponderEliminarUn abrazo!