Qué ganas tenía de visitar este Hotel&Spa, y no por haberlo visto en revistas o en blogs, no. Este hotel lleva el nombre del hotel de Tokio en el que pasamos unos días en nuestra luna de miel en el viaje que hicimos recorriendo Japón. Y es que Niwa es una palabra japonesa que significa "jardín", un equilibrio inestable, un significado más allá de los sentidos en el lejano oriente.
Niwa Hotel&Spa se encuentra muy cerquita de Madrid, en la Alcarria (Guadalajara), ese lugar que parece que nos hace viajar a la Provenza francesa, con sus campos de lavanda y sus paisajes románticos. Pasamos dos días de relax y calma en este hotel spa que deja de ser un hotel al entrar por la puerta, es un refugio, un hogar, cálido, amigable y con la mejor propuesta beauty que podíamos imaginar.
Un paraíso con aroma a lavanda
Niwa te recibe con los brazos abiertos y es que Niwa es Ana (su fundadora), es Elena (su Directora de Comunicación), es Carlos, es Estefanía... todos ellos hacen que te sientas como en casa nada más llegar. A esa cercanía inmediata le siguen un festín de fruta y zumos naturales, es así como nos adentramos en el espíritu Niwa, la calma y el relax se respiran en todos sus rincones.
Su habitaciones invitan al descanso y a la desconexión, todas ellas decoradas con mimo, muy confortables, con una domótica muy práctica al servicio del viajero, flores frescas, miel de lavanda, agua, fruta y un saquito de lavanda para dormir lo más relajado posible, así es la bienvenida a sus habitaciones.
Después de recorrer sus instalaciones y de comer en el pueblo, volvimos para disfrutar de un ratito de relax en la habitación para luego bajar a su spa. Su zona de aguas cuenta con una piscina de chorros para destensar, relajar y tratar diferentes puntos del cuerpo. Una pileta de agua fría para realizar los cambios de temperatura que son tan saludables, y una piscina de ozono para que el bañista pueda disfrutar de unos largos tranquilamente y que incluso tiene la opción de poner el agua contra corriente para hacer un ejercicio con más resistencia. También cuenta con un gimnasio pero solo pasamos a verlo, con esa zona de aguas preferimos enfundarnos el bañador.
Baño turco, sauna, ducha de contrastes... pasamos allí buena parte de la tarde antes de que llegara la hora de nuestro masaje. Habíamos escogido para ese día el masaje Hilot, una técnica milenaria filipina destinada a equilibrar cuerpo y mente, que logra un efecto depurativo y descontracturante sin igual. Todas las masajistas de Niwa son de Filipinas y están acreditadas como manos expertas y doy fe de que lo son, al menos a mí me dejaron como nueva y el masaje Hilot me pareció un gran descubrimiento. Aceite de coco, hojas de plátano... nutre, calma y oxigena los tejidos ayudando a eliminar toxinas.
Aunque el hotel no cuenta con restaurante, Ana prepara para los clientes que lo soliciten una cena especial de picoteo, ensaladas gourmet, pequeños bocadillos con la mejor materia prima... todo riquísimo y regado con el vino de la casa. Ya era hora de irse a la cama después de un día de relax y risas.
Después de un sueño reparador nos esperaba un desayuno completísimo que, si me seguís en Instagram veríais en Instagram Stories, embutido, fruta, bollería, zumo natural, miel, aceite, yogures, cereales... todo preparado con cariño y esmero. Nos encantó el desayuno de Niwa y después nos encaminamos al porche a recibir una clase de pilates, así se empieza bien el día ¿verdad?
La clase de pilates nos había despertado del todo así que fuimos a recorrer con Elena el pueblo. Brihuega es encantador, por todos los rincones se puede escuchar el agua manar, una sensación de tranquilidad y calma invade las calles, sus árboles, sus adoquines... visitamos la fuente de los 7 caños de la que dicen que una moza si bebe encontrará novio, a la pregunta de si bebí os digo claramente que no, por si el Sr Naru me está leyendo, tranquilo, el agua de Brihuega no nos separará.
Unas cueva árabes escondidas fueron uno de los mágicos descubrimientos del día, con sobresaltos incluidos. Sus iglesias, sus paisajes... nos fuimos enamorando poco a poco de la esencia de este pueblo tan especial y nos quedaron algunas interesantes visitas pendientes. Eso es lo bueno de viajar, dejar cosas pendientes para saborear por primera vez a la vuelta.
Después de comer con Ana y Elena, Ana de Un 10 en Belleza y yo nos cambiamos y nos fuimos directas al spa de nuevo, a comentar las visitas, confidencias y relajarnos en las aguas antes de nuestro último masaje. Habíamos elegido ambas un tratamiento con un nombre muy tentador, Bye Bye Celulitis ¿tengo razón?. Os dejo su carta de masajes para que le echéis un vistazo.
Se trata de un masaje reductor detox, a base de exfoliación, aceites y productos específicos drenantes y de eliminación de celulitis. Un tratamiento energizante que también tiene un alto poder terapeútico y calmante. Sesenta minutos de relajación en los que además te ayudan a drenar y eliminar líquido, casi una talla menos en una sesión, masaje facial incluido.
La vuelta a casa no fue tan dura como esperaba, ¿sabéis por qué? Porque Niwa está muy cerquita, en cualquier momento puedes volver a darte un capricho beauty, a desconectar y a poner en pausa todas las preocupaciones de la semana. Un oasis de paz que Ana, Elena, Carlos y Estefanía nos hicieron disfrutar mucho y sobre todo nos transmitieron su pasión por su proyecto, por su espacio, por su ubicación y por su forma de ver la vida, una sencillez que les engrandece y que hace de Niwa un lugar al que volver y que recomendar sin dudarlo una y otra vez.
¿Conocíais Brihuega?
¿Qué os parece el concepto beauty relax de Niwa?
¡Qué me va a parecer...maravilloso! Un sitio donde desconectar, mimarse y disfrutar del entorno...lo tiene todo.
ResponderEliminarUn besazo!
Tengo muchas ganas de conocer Brihuega, con lo cerca que tengo Guadalajara y lo poquito que la conozco, y tiene zonas maravillosas. Al Spa me iba ahora mismo sin pensar.
ResponderEliminarUn besote
Pues es un sitio muy bonito!!! aunque personalmente no todas las cosas me gustan!!!!
ResponderEliminarBesos
Pues creo que desde que lo vi en tu IG siempre la necesidad de ir a visitarlo y quedarme unos días en plan zen total.
ResponderEliminarUn beso.