Hoy en día la mayoría de las personas tienen un ritmo de vida acelerado y con falta de tiempo, eso aumenta la impaciencia y la ansiedad cuando quieren conseguir un propósito ya que pueden dedicarle generalmente poco tiempo al asunto en cuestión. Cada año las revistas, blogs de belleza, marcas de la industria cosmética, centros de estética... nos recuerdan/os recordamos en primavera que es inminente el momento de lucir bañador, shorts, faldas, camisetas de tirantes, bikini... el calor aprieta y la ropa más ligera y veraniega no deja esconder aquello que nuestros jerseys y abrigos invernales ocultaban tan bien.
Lejos de agobiarse lo principal es sentirse bien con una misma (o uno mismo), si aunque sabiendo que tenemos kilos de más, flaccidez, celulitis o cualquier otra cuestión estética que, yo no llamaría defectos sino tipología o características, no creemos que necesitamos un cambio, pues perfecto, lo principal es aceptarse y quererse tal y como uno es. Este post va dirigido a aquellas personas que sí quieren lograr un cambio de forma saludable porque no están contentos con su estilo de vida y que quieren sentirse mejor física y emocionalmente viéndose también mejor por fuera.