Mis días de verano en Portugal. Cascais, Sintra y Lisboa

Ha sido una semanita pero muy bien aprovechada y que me ha servido para relajarme y desconectar. El Sr Naru y yo hemos pasado unos días en Cascais, disfrutando de la playa, piscina, helados, paseos al atardecer... Hemos visitado la preciosa Sintra perdiéndonos en uno de sus lugares más mágicos, y hemos recorrido las calles de Lisboa degustando sus famosos pasteis de nata, paseando entre tranvías y perdiéndonos en las callejuelas repletas de ropa tendida y fachadas de azulejos azules.

Muchos habéis seguido nuestro viaje en Twitter e Instagram pero hoy os cuento con más detalle este periplo por tierras portuguesas ¿me acompañáis?

Cascais, Sintra y Lisboa

No era la primera vez que visitaba Portugal, ni mucho menos, he visitado en varias ocasiones el país vecino y me gusta muchísimo, sus gentes, su gastronomía, sus costumbres, su cultura... tiene muchas similitudes con nuestra cultura pero cuenta con algunas joyas propias y sobre todo lugares inolvidables.

Aunque ya había visitado Lisboa y Sintra hace algunos años, este verano me apetecía volver a visitar la capital lusa y conocer algo más de la costa y decidimos viajar a Cascais a pasar los primeros días de nuestra estancia en Portugal.

Cascais es un pueblecito costero de pescaderos, muy colorido y pintoresco. Cuenta con varias playas, su antigua ciudadela fortificada que conservan muy bien y ahora alberga un complejo turístico, terrazas, callejuelas llenas de encanto, bacalao, marisco... una villa portuguesa con mucho encanto ideal para pasar unos días relajados de sol y playa.

Sintra es de visita obligada, a solo unos 15 minutos en coche de Cascais se encuentra esta hermosa villa que atesora palacios, castillos y villas de ensueño. En mi anterior visita conocí el famoso Palacio Da Pena y en esta ocasión visitamos la asombrosa Quinta Da Regaleira. Se trata de una finca que engloba un precioso palacio y unos grandes jardines llenos de secretos, túneles que conectan unos lugares con otros de la finca, pozos misteriosos, fuentes, hermitas y torreones dignos de alojar a princesas esperando ser rescatadas por el príncipe más valiente del reino. Sin duda un lugar que os recomiendo 100% si viajáis a Sintra, está muy cerquita de Lisboa también.

Terminada nuestra fase de relax absoluto en la zona de playa, nos dirigimos hacia la bella Lisboa. Qué ganas tenía de volver a recorrer sus calles angostas, de observar el vaivén de los tranvías amarillos y de cenar a la luz de las velas con la ciudad a nuestros pies mientras que en algún lugar resonaban ecos de hermosos y tristes fados.

Volvimos a visitar Belém y su preciosa torre, el Monasterio de los Jerónimos, a comer sus deliciosos pasteis de nata... una excursión que no debe faltar en un viaje a la capital lusa.

Nos perdimos por las calles de la vieja Lisboa, visitamos los barrios más populares de la ciudad, Alfama, Baixa, Chiado, Barrio Alto... subimos y bajamos cuestas en esta ciudad llena de alturas, disfrutamos de inolvidables vistas en sus múltiples miradores que salpican la ciudad.

Este viaje no quería perderme el oceanário de Lisboa, nutrias, tortugas marinas, pingüinos, dragones de mar... me encantó visitar este enorme pabellón acuático.

Un viaje que nos ha llenado de energía y que hemos disfrutado como si fuera la primera vez que visitábamos este hermoso país que tenemos la suerte de tener a tiro de piedra.

¿Conocéis Portugal? ¿Qué tal estáis pasando el verano?

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