Los factores medioambientales afectan al estado de la piel, así como el estrés, ciclos hormonales, alimentación y estilo de vida. Agentes externos como la polución, la exposición al sol, el humo, las calefacciones etc... hacen que la piel se resienta y que sea más propensa a producir radicales libres que aceleran el proceso de envejecimiento celular provocando la pérdida de colágeno y elastina.
Para reducir estos efectos dañinos y evitar la inflamación de las células cutáneas, existen productos en el mercado con más o menos eficacia. Elizabeth Arden ha desarrollado una fórmula que promete reparar y proteger la piel: su suero facial Prevage Anti-Aging+Intensive Repair Daily Serum.