Está claro que cada día que puedes disfrutar de tu madre es único e irrepetible, ellas ofrecen un amor incondicional e ilimitado, puro y extraordinario. Cada día que pasé junto a mi madre fue especial, aún en los momentos más difíciles. Lamentablemente ya no tengo la posibilidad de compartir ese día con ella, pero me apetecía hacer un homenaje a todas esas madres que son lo más importante en nuestras vidas, sin las que nos sentimos perdidos y solos, que nos dan seguridad y nos animan a realizar cualquier tarea por imposible que parezca, en definitiva que darían su vida por ver felices a sus hijos, al menos así era la mía y así la recuerdo cada día de mi vida.