Unas uñas fuertes y sanas no son sólo un signo de un buen cuidado estético, sino que reflejan un estado de salud positivo y equilibrado.
Las uñas enfermas y débiles, por el contrario, pueden ser un síntoma, apreciable a simple vista, de un problema que afecta a nuestro organismo.
Son nuestra "carta de presentación" y como tal, merecen un cuidado especial.
Alimentación
La alimentación recomendada para mantener unas uñas sanas es, fundamentalmente, una dieta equilibrada y saludable. Una ingesta adecuada de agua (1,5L a 2L diarios) y de vitamina A, Vitamina B2, Hierro, Zinc, Calcio y Vitamina C. Estas pautas alimenticias son indispensables en caso de uñas frágiles y quebradizas.
Vitamina A o Retinol: Es esencial para la salud de la piel, podemos encontrarla en alimentos como: hígado, leche, huevos, queso, zanahoria, brécol, espinacas, calabaza, melocotones, mango, orejones...
Vitamina B2 o Riboflavina: Otra vitamina que ayuda a mantener la piel radiante, así como el pelo y las uñas fuertes y sanos. Podemos encontrarla en carnes, pescados, pan integral, setas, quesos... su déficit
genera procesos de dermatitis, úlceras bucales, conjuntivitis...
Hierro: Previene la anemia. El té y el vino tinto dificultan la absorción del hierro. Podemos encontrarlo en mariscos, legumbres, mejillones, sardinas, espinacas...
Zinc: Es un gran aliado para la prevención de las uñas frágiles. Lo encontramos en ostras, mejillones, pipas de calabaza, levadura de cerveza, pan integral, queso, anacardos, legumbres...
Calcio: Lo encontramos en espinacas, salmón, leche, sardinas, yogurt...
Vitamina C: Esta vitamina es una gran ayuda para la absorción del hierro, no así con la vitamina B12 ya que anula su absorción. Podemos encontrar la Vitamina C en naranjas, limones, pomelos, kiwis, perejil, fresas...
También son recomendables los suplementos de levadura de cerveza y germen de trigo.
Manchas blancas en las uñas o leuconiquia
Popularmente se acusa a la falta de calcio de ser la causa principal de la aparición de estas manchas, pero la explicación científica de la leuconiquia es otra. Estas manchas blancas surgen como consecuencia de rupturas diminutas que se generan en la base de la uña, estas provocan la aparición de bolsas de aire que derivan en manchitas blancas al golpearnos levemente, la mayoría de las veces de forma casi imperceptible, las uñas. Son frecuentes este tipo de manchas en uñas débiles, épocas de estrés o cambios climáticos que afecten a nuestra piel.
Remedios para las uñas
Uñas débiles y quebradizas
En las temporadas que notamos las uñas más débiles, además de seguir una alimentación sana y consumir mucha agua, es necesario reforzarlas aplicando un tratamiento específico. Existen muchos productos en el mercado, dos de las marcas más reconocidas por su efectividad son Neostrata y Mavala, pero se pueden encontrar infinidad de formulas que ayudan a reforzar las uñas.
Es importante hidratar la zona de la cutícula con cremas o aceites específicos ricos en Vitamina E.
Un remedio casero muy efectivo consiste en aplicar aceite de oliva, o aceite de argán, masajeando la zona antes de acostarse.
No es recomendable cortar las uñas sino limarlas hasta conseguir la longitud deseada.
Uñas amarillentas u oscurecidas
Existen varios remedios caseros para blanquear las uñas:
1) Aplicar un algodón empapado en vinagre y dejar actuar unos minutos, aclarar posteriormente con agua.
2) En un bol con agua caliente añadir un chorrito de agua oxigenada (1 cucharada por 1/4L de agua), introducir los dedos durante 10 minutos y aclarar.
3) Frotar las uñas con zumo de limón, dejar actuar de 5 a 10 minutos y aclarar.
Siendo constantes con estos remedios conseguiremos unas uñas más claras y de tono uniforme.
Hay que tener mucho cuidado al eliminar nuestro esmalte de uñas y utilizar un producto lo menos agresivo posible, no queremos que nos pase algo como
esto ¿verdad?