Dicen que la cara es el espejo del alma o más bien nuestra carta de presentación aunque la mascarilla haya dejado una parte sin mostrar buena parte del día. Los cuidados que ofrecemos al rostro suelen ser mucho más exhaustivos que los que dedicamos al resto del cuerpo pero deberíamos cuidarnos de la cabeza a los pies porque ninguna parte de nuestro cuerpo merece ser menos que otra ¿no creéis?