Las brumas faciales son un producto que, aunque no faltan entre mis indispensables durante todo el año, en verano les doy mucho más uso a diario.
¿Para qué sirven las brumas faciales?
Tienen propiedades calmantes, por lo que sirven para aliviar la piel tras la depilación, exfoliación, pequeñas alteraciones cutáneas producidas por el uso de algún cosmético... calma irritaciones, disminuye la sensibilidad celular y suaviza la piel. Minimiza el impacto de las agresiones externas como polución, radiaciones solares, incluso las alteraciones de la piel producidas por el estrés y el cansancio.
Son muy refrescantes, por eso en verano siempre me acompañan en el bolso. Pulverizar una bruma facial en momentos del día en los que el calor hacer mella es una forma inmediata de mitigar sofocos y golpes de calor y por supuesto de reconfortar la piel con un fresco bálsamo.
Hidratan y cuidan la piel ya que están formuladas con una serie de elementos que miman la delicada piel del rostro y también del resto del cuerpo. Mitigan la tirantez, reconfortando la piel y evitando la deshidratación suplerflua. Incluso pueden usarse sobre el maquillaje, ayudan a fijarlo y pueden aplicarse las veces que sean necesarias a lo largo del día.
Diferentes productos para todas las necesidades y bolsillos
Agua termal de Avène
Es la bruma que utilizo a diario, y le doy varios usos:
1. La utilizo a modo de tónico después de la doble limpieza y antes del sérum. Tonifica, refresca y es tan natural que deja la piel perfectamente receptiva para recibir el tratamiento posterior. Aplicada con un algodón arrastra los restos de maquillaje que hayan podido quedar y pulverizada en el rostro, dejando que actué unos segundos, quitamos el exceso con tissue y listo para aplicar el sérum o nuestro tratamiento habitual.
2. Cuando utilizo una mascarilla de barro o arcilla, no dejo que se endurezca pulverizando el agua termal en el rostro siempre que sea necesario. Así evito que la mascarilla reseque demasiado.
3. Por las noches estoy utilizando aceite de rosa mosqueta para unificar el tono, ya que tengo algunas manchitas producidas por el sol. Lo que hago es limpiar la piel y usar el agua termal de Avéne como tónico y después humedezco de nuevo la piel con agua termal para proceder a aplicar el aceite, así se mezcla y penetra mejor. Después de probar varias formas de aplicación, esta es la mejor, el aceite absorbe mejor y la piel queda más confortable. Sólo un poco para humedecer la piel, si está muy mojada el aceite no absorbe bien, ya sabéis que agua y aceite no se mezclan, aunque los científicos americanos ya lo han
conseguido.
4. Siempre llevo en el bolso el tamaño de viaje del agua termal de Avène, no sólo para refrescar la piel por el calor, también para hidratarla cuando se reseca por los aires acondicionados, los viajes en avión... incluso dolores de cabeza leves. Es todo un aliado multiusos.
5. Si después de la ducha, veo mi piel enrojecida por el agua caliente, rocío en la zona agua termal y rápidamente calma la irritación.
El agua termal de Avène se envasa en una zona estéril, es bactereológicamente pura y libre de contaminantes. El agua se recoge directamente desde el manantial y cuenta con una planta de envasado con un estricto proceso para que el agua no pueda resultar contaminada y que mantenga todas sus propiedades.
La Estación Termal de Avène, situada en el sureste francés, tiene como ingrediente estrella éste agua termal de baja mineralización, con unos beneficios reconocidos para pieles sensibles y un rigor profesional que avala a sus laboratorios.
El envase de 300 ml tiene un precio aproximado de 9€ dependiendo del punto de venta.
Hydrovec 02, bruma oxigenante antiestrés de Maystar
Especialmente indicada para pieles secas, esta bruma aporta una intensiva hidratación a la piel a la vez que calma, tonifica, refresca y revitaliza. He de decir que este producto no lo he probado pero me ha llamado la atención por su formulación.
La formula de Hydrovec 02 con agua termal, manzanilla, extracto de placton y ácido hialurónico, dota al rostro de luminosidad y vitalidad. Un cóctel de elementos ideales para mantener una piel oxigenada, protegida y cuidada.
El envase de 200 ml de esta bruma de Maystar tiene un precio de 25€.
Hidrachange mist de Kanebo
Es otra de mis brumas estrella, la utilizo mucho menos que el agua termal de Avène porque tiene un plus de hidratación que no siempre necesito.
En las momentos que veo que mi piel pide un extra de hidratación, pulverizo esta bruma a modo de tónico antes del sérum o el tratamiento que siga en este momento. Su olor es delicioso y los resultados en la piel son espectaculares.
Un largo viaje, un periodo estresante o los cambios hormonales son devastadores para la piel que nos pide a gritos un cuidado extra.Tras un vuelo de muchas horas con escalas la piel agradece un bálsamo inmediato en forma de bruma facial como ésta.
Esta bruma es un tratamiento mucho más completo y sólo lo recomiendo en momentos puntuales o épocas en las que la piel, por estrés, cambios climáticos o alteraciones varias, se encuentre deshidratada y necesitada de más hidratación de lo normal. También es recomendable como tratamiento habitual para pieles secas. Es una bruma ligera y de fácil absorción que deja la piel perfectamente hidratada y jugosa.
Hidrachange mist de Kanebo calma, refresca y revitaliza de forma inmediata, gracias al ácido hialurónico, mima la piel y la hidrata al instante. Un producto de lujo altamente recomendable.
Cuenta con 100 ml y su precio aproximado es de 45€.
EDITO: He leído varias críticas sobre la bruma de Maystar que relatan una experiencia negativa con este producto, algunas lectoras incluso me han comentado que no les ha ido bien en la piel. A día de hoy, no me atrevería a recomendarla, ya que esas críticas hacen que sea reacia a probar la bruma en mi piel para comprobar si efectivamente es problemática.
Las otras dos brumas son habituales en mi neceser desde hace mucho tiempo y, tanto la de Avène como la de Kanebo, cada una con sus características, me gustan mucho y considero que ambas son muy recomendables.